Si
en esta vida todo es mundanalidad y pecado, entonces ¿Qué hacen los santos en
éste mundo?
Los
santos han sido puestos en este mundo para demostrar que merecen el cielo.
Es
el examen de su naturaleza.
Es
la prueba de la integridad y del mérito para pasar a la dimensión espiritual.
El
santo no tiene problema con la perdición del mundo; porque sabe que de eso se
trata: de marcar la diferencia entre lo bueno y lo malo.
Así, conscientes de la realidad, toman la autopista
de una vida de bien y disfrutan el camino hacia la vida eterna.