Si
no fue la inspiración de Dios que escribió la Biblia, debió haber sido un “ser
extraterrestre” experto en biogenética; porque muchos siglos antes, describió
detalladamente la estructura del ADN descubierta hace 65 años por la ciencia.
Hoy sabemos que el CIGOTO contiene 23 cromosomas
maternos y 23 cromosomas paternos, creando un nuevo ser único, con todas sus
características fisiológicas y anatómicas; y a partir de aquí se da la
reproducción celular: “Tú me hiciste en el vientre de mi madre… entretejido en
lo más profundo… estaban escritas todas aquellas cosas que fueron formadas sin
faltar una de ellas” (Sal.139:13,15-16)