Me dejó sin más aliento;
Lucía bella en su traje
Era como un monumento.
Después su vestido
blanco
Y el placer de estar
casados;
Luego verla tan bonita
Con su mágica pancita.
Nacieron de su regazo
Bellas hijas de ternura;
Que arrullaba entre sus
brazos
Desbordando su
hermosura.
Y aun crece su belleza
Cada día abnegada;
Dándole al hogar
grandeza
Como madre consagrada.