Al final de un año más, todas las personas experimentan
consciente o inconscientemente tres sentimientos:
1) LOGRO: Cada final de año se considera un ciclo de tiempo
terminado, y por lo mismo, es saludable y necesario evaluar todo lo que se ha
logrado.
2) FRUSTRACIÓN: Puede ser que no se haya alcanzado todo lo
esperado y eso no deja de incomodar; pero es importante considerar otras cosas
alcanzadas que no se habían propuesto y que son fruto de ese esfuerzo.
3) EXPECTATIVA: También es
el mejor momento para reacomodar la ruta de vida, replantear propósitos y tomar
nuevas fuerzas para seguir los sueños.