1) Son triunfadores
tanto terrenal como espiritualmente. La fe en Dios les da fortaleza para
emprender todo lo que se proponen.
2) Van por el camino angosto
en el sentido que en un mundo malo es más fácil ser malo; y ser bueno es ir
contracorriente. Así que el diablo vivirá tratando de hacerlos caer y
emproblemarlos.
3) La fe se fortalece con
vivencias; los problemas y las situaciones
difíciles deben servir para cimentar el carácter cristiano e inspirar la
confianza en Dios para salir adelante.