
Los
que no creen, desafortunadamente están cegados indefectiblemente.
Tal
es su ceguera que aunque se les apareciera en persona el mismo Dios, lo
único que se les ocurriría sería “pedirle que convirtiera las piedras en pan”.
Ahí
los vemos en los foros pidiendo pruebas de su existencia, selfies, videos y
hasta reportarse en el chat.
El mismo Jesús le dijo a Tomás: “Porque me has visto, creíste; bienaventurados
los que no vieron, y creyeron” (Jn.20:29).