Esta cruenta
tempestad
Que trae
calamidad;
Y golpea sin
piedad
La
vulnerabilidad.
Esta lluvia que
no cesa
Por momentos se
arrecia
Causando mucha
angustia
Por esa gente
en penuria.
Extendiendo
nuestra mano
Hoy clamamos
hasta el cielo
Pidiendo por
nuestro hermano
Protección, paz
y consuelo.
Que no vuelva
nunca más
El monstruo de
lo fatal;
Y que los días
lluviosos
Sean tiempos deliciosos.