La
bandera nacional pública luce los máximos valores progresistas.
DIOS: Además de brindar propósito y esperanza a la vida, el reconocimiento y respeto
al Creador convierte a los humanos en criaturas de la misma especie, en
igualdad de condiciones, con los mismos derechos y sin exclusiones de ningún
tipo. Es símbolo de hermandad.
UNIÓN: Un pueblo dividido, fanatizado y atemorizado es manipulable y no representa
ningún peligro para los sistemas corruptos. La unidad hace pueblos solidarios y
fuertes.
LIBERTAD: Mientras un pueblo no pueda soñar y
alcanzar su realización con dignidad y sin obstáculos seguirá siendo esclavo de
la supervivencia.