Josué
ilustra por lo menos dos grandes características del liderazgo efectivo.
1) VISIÓN DE LARGO PLAZO:
retomó los planes de nación de su antecesor, trabajó bajo esa visión; y al
morir dejó claramente definida la ruta a seguir para consolidarse como nación.
No hubo ni una tan sola “reforma legislativa”.
2) SUPEDITACION DEL INTERES
INDIVIDUAL AL DE NACION: No hay detalles de su vida
personal ni familiar ni posesiones aun teniéndolas; y fue de los últimos en
recibir su heredad territorial. Todas sus fuerzas estaban enfocadas en cumplir
la misión encomendada: trabajar por consolidar su nación y cumplir la Ley de
Dios.