Josué
lideró al pueblo de Israel en una de las etapas más difíciles, pero también más
gloriosas y exitosas: la conquista. Por eso su mejor calificativo es el de “conquistador”.
En
todas sus batallas nunca fue derrotado. Repartió la tierra por heredad. Y
administró a un pueblo que nunca tuvo el más mínimo esbozo de inconformidad.
¿Cuál
fue su clave?.
A
lo largo del libro se advierte insistentemente: guardar la ley.
Nosotros
conocemos perfectamente las leyes del bien y el mal que nos rigen como seres
humanos.
Somos
materia divina y nuestra sujeción a las leyes divinas nos harán conquistadores.