En el mundo muchos dicen ser cristianos, pero viven como
cualquiera que no lo es; no hay ninguna diferencia.
La Escritura nos llama a ser santos (diferentes)
(Mt.5:48;1Pe.1:15).
A tener una personalidad y mentalidad fundamentada en la verdad, honestidad, justicia, pureza,
amabilidad, buen decir, virtud y alabanza (Fil.4:8)
A ser ejemplo de cristianos en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza (1Tim.4:12).
Ser cristiano es más que asistir o pertenecer a una iglesia.
Es un estilo de vida marcando la diferencia entre los que
viven según las corrientes perversas del mundo y los que viven para Dios.
Ser cristiano es vivir en
santidad.