El sol es 400 veces más grande que la luna; y a la vez se
encuentra 400 veces más lejos que la luna respecto a la tierra; por eso se ven
del mismo tamaño y forman esos hermosos espectáculos llamados eclipses.
Esto solo es uno de los detalles visibles de la gran obra de
ingeniería estelar.
Se trata de un diseño perfecto con un funcionamiento exacto,
que solo puede provenir de una mente superior, a la cual muchos, con nuestra
mente finita, simplemente le llamamos DIOS.
Lo más maravilloso es que
el ser humano forma parte de esa majestuosa creación.