Una pena, dolor y aflicción;
Soy cual nave en el mar de la ambición
Una presa en las garras del ladrón.
Mis arcas son el queso de ratones
Que acechan como viles saqueadores;
Mientras mis hijos viven en pobreza
Y en una peste de violencia impuesta.
Es el grito valiente del nativo
Que ahoga la espada del conquistador;
El ciclo cruel, perverso y abusivo
De intercambiar riqueza por dolor.
Como incienso ofrenda este pueblo
Mezcla de lágrimas, sudor y sangre;
Y al cielo va clamando que ya pare
Tanta maldad, cinismo y saqueo.