jueves, 16 de noviembre de 2017

026-JUGANDO AL AMOR

Los menores de edad deben estar jugando, divirtiéndose, conviviendo con su familia y amigos, formándose como personas de bien en las iglesias y estudiando con empeño para convertirse en ciudadanos productivos y autosuficientes.
No se vale andar jugando al amor; a ser papá y mamá; porque aún no dimensionan su significado. Su comprensión y capacidad sobre las responsabilidades familiares es limitada.
El sueño de llegar vírgenes al matrimonio no es una rigurosidad de padres anticuados. Tiene como base garantizar la realización personal y la felicidad emocional.
Ya vemos que lo contrario nos ha traído una sociedad altamente promiscua e inmoral.

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